20 de noviembre de 2008

Los límites en la manipulación de la información

El conocido diario francés Le Figaro reconoció que retocó digitalmente con Photoshop una foto de la ministro de Justicia Rachida Dati -la cual fue utilizada en su portada- para "borrar" un costoso anillo valuado en 15600 euros.


En su defensa, Debora Altman, responsable del área gráfica de dicho diario, dijo que "
No queríamos que la sortija fuera objeto de polémica cuando lo verdaderamente importante era la información"; esta aclaración me suena bastante rara, dado que si la ministro les hubiese solicitado este "favor" sería comprensible, pero en la nota de Infobae podemos ver que se habla de que la ministro Dati "no tuvo nada que ver con la manipulación de la foto", con lo cual también podríamos estar hablando acerca de por qué el diario se tomó la atribución de eliminar el anillo de la foto sin saber si la ministro estaba de acuerdo con ello.

¿Hasta dónde podemos los diseñadores -y los periodistas, redactores, publicistas, etc.- alterar la realidad y modificar la percepción de la misma, persiguiendo un fin que -como en este caso- aparenta estar justificado? ¿Es nuestra tarea hacerlo? Si estuviésemos del lado del consumidor de dicha noticia, ¿nos sentiríamos engañados y estafados por aquellos que manipulan la información?

No hay comentarios: